lunes, 3 de septiembre de 2007

El catálogo de la soledad 2

Seguimos pues con la segunda parte del mentado ‘Catálogo de la soledad’. Eterna promesa incumplida en tiempo, pero cumplida al fin en su realización. Veremos si todavía quedan por ahí al menos un par de ociosos(as) que, sin generarse muchas expectativas, en un espontáneo ataque de curiosidad se hayan decidido a visitar una vez más este intermitente homenaje al ocio.

Sé que antes dije que en esta segunda parte analizaríamos tipos de soledad más intensos e importantes, pero cierto es que el tema tiene mucha tela de dónde cortar y, como considero idóneo hacer de esto una experiencia gradual, progresiva, vamos a enfocarnos en ciertos tipos de soledad un poco menos intensos de lo antes pretendido, pero no por ello menos interesantes. Como aclaración final, considero prudente y justo mencionar que incluyo algunos tipos de soledad que fueron expresamente sugeridos por mis lectores.

Antes de iniciar la lectura, y si no lo has hecho ya, te aconsejo que leas la primera parte del catálogo, unas cuantas líneas más abajo en este mismo blog.

Espero que lo disfrutes.

Empezamos con la soledad de aquel que nunca está solo. No importa si es porque está guapo, porque es rico, porque con sólo parpadear le saca una carcajada al vecino o por todas estas juntas, por lo que quieras, pero este atractivo individuo siempre está rodeado de gente. Es el evidente y destacado centro de atención en las fiestas y reuniones y rara vez ha tenido la necesidad de servirse un trago él mismo. Como siempre tiene a alguien a su lado, ni siquiera sabe si él mismo se cae bien; no ha tenido una verdadera oportunidad de admirarse por guapo, rico o divertido, pero es sabedor del sentimiento ajeno y, a priori, con eso le basta y, aquí está lo malo, le sobra. Sus amigos, sus ‘no tan amigos’ y también sus ‘quién sabe quién carajos sea este wey’, siempre esperan algo de él, y eso de ‘algo’ es sólo ‘un decir’ porque, como clama el sabio y legendario Stan Lee: “con un gran poder, viene una gran responsabilidad”, y esas, mi estimado lector, son unas botas ya no grandes sino imposibles de llenar. Es una bomba de tiempo, tic, tac, tic, tac, tic, tac, ¡boom! ¡Ya no puede más!, ya no puede ser más ‘cool’ y, sin embargo, aún después del ‘¡boom!’, se siente obligado a ir in crescendo. Ya no le gusta ser el centro de atención, ya no quiere ser el centro de atención, pero no puede evitarlo, ya es parte de él. Es entonces cuando cae en la cuenta de que se le quiere, aprecia o admira por la idea de lo que es, y no por lo que verdaderamente es pero, lástima, es absolutamente incapaz de mostrar su verdadero ‘yo’, ya que, como nunca ha estado en compañía de él mismo, no tiene ni idea de cómo es para poder mostrarlo, por no mencionar que a eso se le aúna lo que sin duda puede llamarse un terminante pavor de hacerlo. Así de triste e insípida es su historia; siempre está rodeado de gente que acompañan a ese ‘yo’ que él conoce, pero él, tal cual es, jamás ha estado acompañado, ni siquiera por él mismo. Vaya frustración la que acompaña al colmo de los tipos de soledad, a “la soledad in fraganti”.


Como no podían faltar los tópicos de amor o, mejor dicho, de desamor, sigamos con la soledad de aquel al que le han roto el corazón. Desarrollar este tipo de soledad era algo casi ineludible. Cierto es que quien esto escribe (o sea yo, que aunque sobró aclararlo me pareció apto para el dinamismo y el simplista y desacertado humor con que me las gasto a veces) ya ha sido víctima de esas mujeres fatales, irracionales e inmisericordes que reciben el calificativo de “rompecorazones”. No me enorgullezco al admitir que he tropezado más de una vez con la misma piedra, que no con la misma mujer, y es por eso que casi quisiera evitar entrar en este tipo de soledad, pero sé y estoy consciente de que cuando decidí escribir este catálogo tendría que enfrentar muchos de mis mayores miedos. Lo cierto es que el dolor es de las mejores musas; el evidente hecho de que sigo dando vueltas alrededor de lo mismo una y otra vez sin entrar de lleno en materia es prueba irrefutable de mi falta de voluntad.

Entremos entonces en este deleznable tipo de soledad. Quiero aclarar que para evitarnos "problemas técnicos de fluidez" (lo que en realidad significa "para comodidad de este su seguro servidor") y por que se me vino en gana, utilizaré el género masculino como víctima. Estoy consciente de que hay por igual mujeres y hombres que se dedican a destrozar los corazones de aquellos(as) que somos fieles y buenos(as) con nuestras respectivas parejas (ajá), y no quiero convertir esto en una guerra de sexos, pero lamentablemente en este caso las mujeres serán las malas de la película.

Cabizbajo y arrastrando los pies a paso lento es como más comúnmente se le ve a este concurrido personaje. Que está, por lo menos, triste, es evidente. Lo que no se ve, aunque debería, es su corazón que está a una raya de caer en lo irreparable, si no es que ha caído ya. Pasan los días y sufre, pasan los meses y se resigna, pasan los años y se acostumbra. Ya es muy tarde para él; una mujer a quién amar es lo que más quiere, pero también es a lo que más teme. El corazón tiene más memoria que el cerebro; hace como que se repara, pero en el fondo siempre deja sus heridas abiertas. Negro es el día en que por fin conoce una mujer que llena sus expectativas, de conocida ascendencia e inmejorable reputación; bueno, ¡si hasta guapa es!, y no, ni eso basta. Se los dije, el corazón tiene más memoria que el cerebro; los recuerdos, y sobre todo los malos, no se pegan sino que se embarran en él, se incrustan y a veces también se mezclan entre ellos para dar vida a algo nuevo que sólo Dios sabe qué sea y cómo se le pueda llamar, pero que seguro no es nada bueno. ¡Ay de Laurita! (ah, sí, es que la bien reputada se llama Laura) Ella ni vela tiene en el entierro y hasta de rebote le tocó sufrir la desventura de que en alguna parte del mundo y en algún momento específico existiera una mujer muy parecida a ella, pero fatal, irracional e inmisericorde. A nuestro escéptico compañero se le acaban las opciones y le sobran los años. Sigue y seguirá solo. Como dice la canción: “solo voy con mi pena, sola va mi condena”. Ya ni Laurita lo extraña y aquella mujer fatal hoy está casada, tiene dos hijos preciosos y una casa de dos pisos y cuatro recámaras con una cochera enorme en la que no le caben sus carros y, sobra decirlo, tampoco le guarda en su memoria, ni siquiera en la del corazón. Esta es “la soledad fatal, irracional e inmisericorde”.



Seguramente después de leer el anterior tipo de soledad, tú, mi estimado lector, te has quedado con sed de sangre y justicia, por lo que te propongo que hagamos, aquí y ahora, pedazos a aquellos que sufren la soledad del rompecorazones. En este caso, para balancear un poco las cosas y porque se me vino en gana (sí, otra vez), se cambiarán los papeles y será el hombre quien hará las veces de villano.

Todos lo conocemos ya. El típico Don Juan, siempre con un as bajo la manga que hace que todas, más temprano que tarde, caigan. Este casanova es tan suertudo que, aún y cuando es por todos conocido que tiene el corazón dividido en condominios en los que todas caben, las indefensas mujeres siguen convirtiéndose en presas de sus encantos a tal extremo que algunas llegan al cinismo de "peleárselo". A nuestro implacable conquistador le sobran las admiradoras, y le falta el tiempo para atenderlas a todas como las reinas que son. Hay que ver que darle a cada una su respectivo condominio del corazón tiene su mérito, ya que cuesta tiempo y dinero, pero para su buena suerte no se requiere mucha imaginación pues, como cada una tiene la llave de su exclusivo compartimento habitacional, fácilmente puede aplicar el mismo arte amoroso con una, después con otra, luego con otra y así hasta agotar existencias. No sé si puedas llegar a creer esto, pero llega el momento en el que conquistar y seducir mujeres se convierte en una obligación más que en una diversión. Hay días que, a falta de palabras más crudas y vulgares, ni se le antoja. Así como se lee, así como suena. Pero él ni siquiera se detiene a pensar en ello; ni siquiera se pregunta el por qué o para qué lo hace. Es como un robot que sabe perfectamente cómo reaccionar ante cualquier situación que implique dar un paso avante en la conquista de una fémina, y ya lo hace no por las mieles que ella le ofrece, sino por lo irónicamente amargo del sinsabor de su banal victoria. Vive para ganar batallas, y vaya si las ha ganado, pero no tiene idea de lo que significa ganar una guerra; nunca va a más, nunca va a menos. La tengo, no la tengo. ¿Y los matices? Bien gracias. Sobran, son paja. Pero la triste realidad es que los humanos somos seres que gustamos e incluso necesitamos de esos matices; nuestra evidente imperfección provoca que distemos de acomodarnos a los eventos absolutos. Es entonces cuando el casanova se cansa de tener todo y no tener nada al mismo tiempo, por lo que intenta vivir esos matices hasta ahora inéditos en la historia de su vida. Y, obviamente, considera que es una tarea considerablemente sencilla de realizar. Así que decide visitar una vez más cada uno de sus condominios y elegir entonces a aquellas afortunadas mujeres que llevarán la batuta en la delicada empresa de dotar su vida de imperfecciones. Pasa con una y pasa con otra para sólo terminar pasando de la una y de la otra. Se le acaban las opciones, digo, los condominios, y hasta ahora no ha salido nada. Lo cierto es que a nuestro rompecorazones le gustaría saber cómo o qué es un matiz, porque entre tantas y tantas mujeres está seguro de que ya se debió haber topado con alguno y tal vez nunca se enteró de ello. Como es un hombre lleno de determinación, decide dar una segunda ronda a los condominios, seguro de que ahora sí encontrará un matiz. Como buen 'lover boy', se sabe capaz de obtener siempre lo que busca, siempre y cuando esto tenga que obtenerlo de una mujer, pero en esta ocasión cero patatero; na´de na´. Ni con una, ni con dos, ni con tres vueltas. Su situación es tan frustrante y desconcertante que empieza a descuidar sus dominios, hasta que ya no le queda nada. Sus condominios están más solos que una tienda de electrónica en Somalia. Llega el día de la ineludible resignación y, aún con el recientemente adquirido conocimiento del hecho de que no puede obtener todo lo que quiera de una mujer, decide seguir haciendo eso que mejor saber hacer. Pronto sus condominios están llenos y fulgurantes de nuevo y, en cierta forma, se siente satisfecho. Pero, ¡ay que vida tan injusta! ¡Ya no sirve el elevador! Y todos sabemos que un corazón de condominio con el elevador descompuesto no sirve de nada. Así, súbitamente, todo él se quedó igual que sus condominios: solo y vacío. Así de inadvertida es “la soledad del Talión”.


Nos quedamos con estos tres nuevos tipos de soledad. Espero que hayan disfrutado esta segunda parte del catálogo tanto como la primera. Sepan que es para mí un placer el recibirlos entre mis letras y mis intenciones (que las tengo). Disfruto de pensar que se llegan a identificar, al menos en parte, con uno, con varios o con todos los tipos de soledad que he venido desarrollando; les puedo garantizar que yo he vivido y sufrido al menos un poco de cada uno, así que por solidaridad no quedará pendiente asignatura alguna. No pierdan la fe, que seguro llegará la tercera parte del catálogo, que no la última.

16 Comments:

At 6:13 p.m., Blogger Achirica said...

Maravilloso escrito mi estimado Barragán, tan crudo y sincero que no dejaba otra opción que las risas.

Espero con ancias la tercera parte.

un abrazo

 
At 8:22 a.m., Blogger SStilo said...

achirica: Mi hermano, se agradece y se valora el comentario. Seguro que vendrá la 3ra parte, pero dejemos antes que esta 2da parte se sienta solita por un tiempo.

 
At 2:16 p.m., Blogger Unknown said...

Tan difícil la soledad e imposible no vivir cualquiera de ellas en algún momento ¿No crees?
Ojala continúes con esta inspiración, todavía faltan muchas soledades, como tu mismo dices…mucho más intensas.
¡Te quiero mucho y nos vemos muy pronto!
Besos

 
At 5:54 p.m., Blogger SStilo said...

gina: Efectivamente, como dije en la 1ra parte de este catálogo: la soledad a todos nos pega; nadie se salva.
Gracias por leerme, chiquita. Sabes que es muy importante para mí.
Estoy feliz porque pronto te veré y se solucionará uno de los tipos de soledad que en este momento me atormentan.

 
At 12:23 a.m., Blogger Junia Compostela said...

Marripotita dice:

Jajajajaja, ¡recordé todos los "Crash" que ha tenido mi corazón!: "El dolor es mi amigo".

Valió la pena esperar =).

¡Un abrazo!

 
At 9:55 a.m., Blogger SStilo said...

vivi (AKA marripotita): Siempre me da gusto verte por acá. Gracias por mantener la fe y por tus comentarios.

 
At 6:32 p.m., Anonymous Anónimo said...

Vaya valio la pena tomarme no una sino dos tazas de cafe antes de partir de la oficina.
Tu blog cayo como anillo al dedo al momento que estoy viviendo...que suerte la mia! Dany Mexico

 
At 7:36 p.m., Blogger SStilo said...

Dany: Ese tipo de comentarios son de los que más disfruto; esos en los que me entero de que, además de disfrutar lo que escribo, le sacaron algo de provecho. ¡Uff! En serio que me acabas de regalar una tarde de buen humor. ¡Gracias!

 
At 6:19 p.m., Anonymous Anónimo said...

Bueno el catalgo de la soledad 2 salio por fin, con muy buenos contenidos, ahora si me identifique con varios de estos!
Excelente como siempre,
felicidades Don Fire, y recuerda lo mas importante y no quiero empezar una conversacion brusca en tu blog pero: Hala Madrid! =D

 
At 6:25 p.m., Blogger SStilo said...

fasha: Gracias, mi estimado. En serio me da mucho gusto ver que también te agradó esta 2da parte del catálogo y que eres uno más de los que se llegan a identificar con alguno de los tipos de soledad que voy desarrollando. Eso es algo que realmente he disfrutado desde que publiqué la primera parte.

Gracias por lo de "Don Fire" jeje, ya quisiera yo haberme ganado semejante distintivo.

Ah, sí, y Força Barça!(y ya verás mi próxima publicación, que algo tiene que ver con esto)

 
At 4:05 p.m., Blogger Junuencita said...

Pero miiiira nada más, eso de que las segundas partes son malas aki deeeefinitivamente que no aplicó eh!!
Es increible como puedes pasar de una a otra, de un momento a otro, sin darnos cuenta, sin sentirlo, sin pensarlo... como saber cuando nos es placentara y cuando no, tu si que dejas pensando eh jajaja
Realmente espero que tengamos la tercera parte y muy pronto...
Un beso my dear Fire, sabes que por lo menos aki una amiga segurita tienes jeje, un beso, tkm!

 
At 10:58 p.m., Blogger SStilo said...

junu: Mil gracias por tus comentarios. La 3ra parte es una promesa, y creo que ya he demostrado que sí cumplo, aunque sea tarde jeje

Sobre eso de que "te dejó pensando". ¡Bueh...!, la verdad es que escribo esto con la idea prima de que el lector se llegue a identificar con el mensaje que transmito; ya que al sentirse identificado el lector se replanteé cualquier situación, específica o no, de su vida, es sólo una concecuencia de mis intenciones, y no la intención misma de este tu seguro servidor.

 
At 12:07 a.m., Blogger Kadmus said...

Para solitarios, el personaje de mi nuevo cuento. ¡Chéquenlo!

(Anuncio autopromocional gratuito. Permiso SEGOB 9870987. Toma leche, pero no sola, sino con galletitas.)

 
At 12:03 a.m., Anonymous Anónimo said...

Te felicito, hermano, por dos motivos.

El primero, desde luego, es por el ingenio y la calidad que has plasmado en estos tus "catálogos de la soledad", conformados por pequeñas piezas de ese gran armable que llamamos naturaleza humana. Quienes se me han adelantado en este pliego de comentarios, sin embargo, han sido prolijos y acertivos al deshacerse en halagos para tu trabajo, de modo que al no tener yo mucho más que ellos para decirte, ni tampoco disentir de sus opiniones, me limito a hacer patente que también me gusta.

El segundo motivo de mis felicitaciones, aunque más sencillo, no es menos digno de mi recnocimiento. Realmente me enorgullece e impresiona lo constante que has sido en la elaboración y difusión de este blog que, como bien sabemos los que hemos sido bendecidos con tu amistado, has realizado como un pasatiempo. La generación y difusión de productos artísticos (entendidos como formas auténticas de expresión poética) es una necesidad vital para el mejoramiento social, y frente al elitismo de las altas cúpulas que manejan el negocio del arte y la tremenda irresponsabilidad de los medios de comunicación masiva al difundir materiales huecos y reciclados, se presenta la posibilidad de lo que aquí nos convoca. Hoy, la rebelión se llama "Nada importante y otras nimiedades", el pequeño espacio de publicación donde un hombre común (y no un rockstar del mercado editorial) da a conocer su obra. La creación de foros como éste es (o debería ser) una prioridad de altísima relevancia. Recibe, pues, mi agradecimiento y admiración por tu contribución en este rubro.

Me despido reproduciendo un poema escrito por uno de los hijos ilustres de Michoacán, Alberto Barragán Degollado, sin más intención que demostrar que sus pasos han sido digna y honrosamente seguidos:

Quisiera estar muy solo con soledad de asceta
para formar mis versos con mística dulzura.
Quisiera estar muy solo. Soledad y poeta
atesoran paisajes de nítida hermosura.

Quisiera estar muy solo, con soledad callada;
con esa soledad que es reposo y belleza.
Quiero quedarme solo, pues mi alma lacerada
va a hablarle de sus cosas a su hermana
(tristeza.)

Quisiera estar muy solo, en delectancia quieta,
con el silencio estático de una lejana estrella.
Quiero quedarme solo, en soledad secreta,
porque en mis soledades estoy siempre con ella.

 
At 6:17 p.m., Blogger SStilo said...

kadmus: ¡Nommmmmmmbre, vieras de ver visto! ¿Edá? Heeeeeey. jaja Si serás wey; si vas a promocionar tu blog al menos pon la dirección porque no aparece en tu profile. Para aquel que tenga curiosidad de leer sobre el solitario personaje al que kadmus se refiere, entre a su blog en esta dirección: http://kadmus.blogspot.com/
Un blog ampliamente recomendado por su servilleta.

caníbal: ¡Hermano! Tus palabras han sido, más que un mero cumplido, alentadoras; motivantes. ¡Carajo!, que por un momento hasta me sentí líder de una revolución intelectual que no está peleando nadie, al menos no alguien que valga la pena mencionar. Sabe bien que entendí perfectamente el sentido de tus palabras y, aunque ya te habrás dado cuenta de que coincido contigo, también creo que entre esos 'rockstars de la industria editorial contemporanea' también hay quienes valen la pena, aunque tristemente son pocos y muchas veces opacados o incluso malencausados (¿esto es una palabra o dos?), lo cual es realmente un crimen intelectual que ya ni vale la pena castigar pues las mentes que las cometen son lo que quieras menos libres.
Por dos razones distintas (claro, si fueran iguales entonces sería una sola razón ¿cierto?), debo resaltar el hecho de que tu comentario cobra especial importancia, pues al venir de alguien con el seso y el corazón que tú tienes resulta particularmente halagador, y lo digo honestamente. No pienso menospreciar las opiniones de mis otros lectores, pero ciertamente te conozco bien y sé perfectamente quién es el que estaba del otro lado de la pantalla cuando tu comentario fue escrito. ¿Cuáles son esas dos razones?, te preguntarás: 1. porque quiero alimentar mi ego al resaltar que alguien como tú piense lo que piensa sobre lo que escribo y 2. porque tú, con el ego tan alimentado como lo tienes, me pediste expresamente que me esmerara en responder tu perfectamente bien desarrollado y esquematizado comentario para que los demás vean que ahí también 'hay galleta' jajaja Lo siento, pero nada es gratis en este mundo, Caníbal. Además, siempre lo he dicho, no existe artista sin el ego hambriento.
Para concluir te agradezco el modesto homenaje a mi abuelo, a quen tú sabes que admiro tanto.
Gracias por estar presente, mi hermano.

 
At 3:30 p.m., Blogger Felipe Contreras said...

Mucha espontaneidad
ya leí los dos y realmente escribes con mas naturalidad que como se comporta tu personalidad en la vida real, jajaa esto aunque no o parezca es un cumplido.

 

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